No hay duda, ni del carácter de drama musical que tiene La selva sin amor, gracias a la musicalidad de sus versos, ni sobre su antigüedad en la historia del género, igual a la de la primera ópera alemana y superior a la francesa e inglesa.
Lamentablemente de la música original no tenemos noticias, tal vez se quemó junto con otras partituras en el incendio del Real Alcázar en 1734.
Según la crónica de Cassiano del Pozzo secretario de Barberini, , encontramos que la música fue compuesta por Filipo Piccinini, joven Laudista, miembro de una larga saga de laudistas florentinos, que vino a España para incorporarse como músico de Cámara de Felipe IV, y Bernardo Monani, diplomático y experto del stile moderno o stile recsitativo.