La selva sin amor

La Selva sin amor

La selva sin amor, es el nuevo reto al que se enfrenta «La Máquina Real», obra escrita por Lope de Vega en 1627, ya en su último ciclo vital y alejado de la escritura de comedias comerciales para los corrales, usa en esta ocasión la égloga pastoral compuesta en silva, métrica formada por versos endecasílabos y heptasílabos, de rima consonante. En ella podemos ver como el estilo de Lope ha cambiado, y ahora se centra en el teatro cortesano buscando el reconocimiento de la nobleza y el puesto de cronista real, que nunca alcanzará. 

El encargo de la fábula le llegó del cardenal F. Barberini en su visita oficial a España en 1626, y Lope escribió acorde al nuevo estilo drama per musica nacido recientemente en Florencia, siguiendo las indicaciones de J.B. Doni, secretario de F. Barberini, para la composición de la fábula.

la selva sin amor 1

Lope articula su obra sobre dos planos; uno mitológico y otro pastori. El Plano mitológico funcionará como deus ex machina que hará progresar la trama de la égloga dramatizada. En este texto se aprecian de nuevo los modelos poéticos de Garcilaso y Tasso que marcaron al dramaturgo desde sus inicios, muy presentes en su Adonis y Venus. Una selva sin amor, consagrada a Dafne, que no obedece las leyes amorosas de Venus y esta para vengarse enviar a su hijo Amor, quien hiere a las ninfas Filis y Flora con flechas de oro y a los pastores Silvio y Jacinto con flechas de plomo.

El Río Manzanares enfurecido al ver su verdes orillas convertidas en una selvas in amor pide ayuda a las ninfas para capturar a Amor y hacerle pagar por sus travesuras. 

La fábula fue programada para celebrar el cumpleaños de la infanta María Ana de Austria, hermana de Felipe IV, el 18 de agosto de 1627, fecha que se postergó debido a la enfermedad del monarca. Siendo el 18 de diciembre la fecha elegida para el estreno, no en la Casa de Campo como estaba previsto, sino en el salón dorado del Real Alcázar.

No hay duda, ni del carácter de drama musical que tiene La selva sin amor, gracias a la musicalidad de sus versos, ni sobre su antigüedad en la historia del género, igual a la de la primera ópera alemana y superior a la francesa e inglesa.

Lamentablemente de la música original no tenemos noticias, tal vez se quemó junto con otras partituras en el incendio del Real Alcázar en 1734.

Según la crónica de Cassiano del Pozzo secretario de Barberini, , encontramos que la música fue compuesta por Filipo Piccinini, joven Laudista, miembro de una larga saga de laudistas florentinos, que vino a España para incorporarse como músico de Cámara de Felipe IV, y Bernardo Monani, diplomático y experto del stile moderno o stile recsitativo.

Equipo artístico