Don Cristóbal Polichinela o Cristobita es un personaje ingenioso, malicioso, astuto, valiente, camorrista, satírico y altivo con el poder. Sus historias siempre terminan a bastonazos con sus enemigos, sus falsos amigos, el desafortunado que se atreva a acercarse a su mujer, etc.
No se conoce con exactitud el origen de la figura de Don Cristóbal en España, pero se sabe que está basado en el Polichinela italiano, también conocido como Pulcinella, un personaje burlesco de la comedia del arte italiana de aspecto jorobado, barrigudo y una gran nariz ganchuda; y en el Punch inglés, un personaje simple, pobre y atrevido que lucha contra poderosos y explotadores, convirtiéndose así en el héroe del público, entre sus hazañas están las de ahorcar a un policía, montar en cocodrilo y aporrear a todo el mundo. Don Cristóbal es lo que llamamos títere de guante o de cachiporra. De guante porque está formado por una cabeza, hecha de un material resistente, y un cuerpo, realizado en tela u otro material más ligero, en el que la mano del titiritero de adapta como un guante. De Cachiporra, pues es el garrote con el que se dan los golpes, y es la herramienta preferida de este tipo de muñecos porque es la que mejor se adapta a la mano del titiritero.
Tradicionalmente se ha situado al títere de guante alrededor del siglo XIV, pero recientemente se descubrió en Guatemala una piedra de origen maya de unos mil años de antigüedad que muestra a un oficiante que sostiene en su mano derecha lo que, sin lugar a dudas, es un títere de guante. Las primeras imágenes que se han encontrado de este tipo de títere se encuadran en la Baja Edad Media, en una de las pinturas de Johan de Grise en 1344 se observa a tres damas contemplando una función hecha en un retablillo donde hay dos títeres de guante con cachiporra. El arte de los títeres en esta época era desarrollado por juglares, los cuales se trasladaban de un lugar a otro llevando sus representaciones y cargando sus títeres, por ello es lógico suponer que éstos inventaran un procedimiento más cómodo, un muñeco hecho de materiales más ligeros y que ocupara menos espacio.
Este tipo de espectáculos se suelen hacer en retablillos, que normalmente tienen la siguiente estructura: un frente de cartón, tela o madera que en la parte superior tienen una abertura llamada escenario, en el cual aparecen los títeres, dos frentes laterales completamente cerrados que con el central forman la caja o teatrino. El fondo será cerrado con telones y las decoraciones convenientes.
Podemos encontrar la figura de Don Cristóbal en algunos grabados y pinturas de Goya como un indiano, un nuevo rico que llega prepotente, inculto y grosero de América, invierte su dinero y compra una mujer con la que casarse. Lorca también recupera esta figura en el siglo XX en su obra El Retablillo de Don Cristóbal.