SIGLO XII, títere danzante
A partir del siglo XII hay documentación de unos títeres danzantes llamados bavasteles. Son de origen italiano, pero rápidamente se extendieron por Francia, España y el resto de capitales europeas.
Los bavasteles eran unos pequeños muñecos articulados de madera policromada, de cuerpo completo, que se suspendían entre cuerdas en posición horizontal. Un extremo de la cuerda se ataba a una estaca de madera u otro objeto fijo, y el otro a la pierna del titiritero, quien, al moverla, la tensaba y producía que los muñecos bailaran o hicieran piruetas al compás de la música o de las canciones del propio juglar.
Éste podía tocar una gaita, una zanfoña, un órgano de barril o un tambor.
En esta época una de las grandes distracciones de los nobles eran los desafíos y las justas, por ello era lógico que los bavasteles representasen a guerreros, con espada
y escudo. El primer grabado que existe sobre estos bavasteles forma parte del Códice Hortus Deliciarum, concretamente la imagen muestra a dos jóvenes manipulando sobre una mesa un par de guerreros protegidos por escudos y cascos que se baten a espadas.
Existía otro tipo de bavastel, llamado de cuchara, en el que el muñeco d anzaba en una tabla (cuchara) vibrante al ritmo de músicas populares. En este tipo de bavasteles, el titiritero se sienta a horcajadas sobre el extremo de una tabla angosta, delgada, de unos 50 cm de largo. La parte más larga de la tabla sobresale libremente debajo de la pierna, y el muñeco articulado se sostiene sobre ésta por medio de una varilla. Entonces el muñeco, al vibrar la tabla, mueve los pies y parece que danza. Este tipo de representaciones se solían realizar en las plazas de los pueblos, en mercados…
Como se ha comentado antes, el arte de los títeres en la Edad Media era desarrollado en su mayor parte por los juglares, por lo que la esencia del trabajo juglaresco implicaba el traslado de un lugar a otro por caminos farragosos, llevando a hombros o sobre el lomo de algún animal los útiles de la profesión, y en consecuencia, para esos menesteres, los títeres estaban diseñados de tal forma que resultaran eficientes para esa práctica.
Es lógico pensar que los juglares inventaran un títere más manejable que pudiera ser construido con materiales más ligeros- como la tela- y que ocupara menos espacio. Un posible sucesor de los bavasteles podrían ser los títeres de guante o de cachiporra.