EL BELÉN

SIGLO XVI

Es un retablo de madera que cuenta con tres alturas. Entre cada altura hay un espacio que le aporta profundidad y realismo a la escenografía. También es un espacio por donde el titiritero o narrador puede introducir los diferentes personajes y animales.

El primer Nacimiento data del siglo XIII, cuando en la Nochebuena de 1223 se representó el nacimiento de Jesucristo en el interior de una cueva en el pueblo Italiano en Greccio, próximo al convento del santo. Fue una representación viviente de un pesebre con una mula y un buey, considerándose desde entonces esta representación como el origen del belenismo.

Los Nacimientos solían contener desde la antigüedad estructuras autómatas, con movimientos repetitivos o muy similares, también pueden aparecer con Títeres de varilla inferior o títere de peana.

Pero no fue hasta el siglo XIV cuando comenzaron a tener auge en Europa. Era frecuente representar en las fiestas de Navidad en Iglesias y sitios públicos, con motivos religiosos y festivos. Esta tradición alcanza su apogeo con la llegada del Renacimiento y Barroco que expresan la fuerza de la unidad religiosa cristalizada en una maquinaria teatral.

El concepto del Belén con el paso del tiempo fue perdiendo todo tipo de interés y relevancia, pero en la actualidad en España se conservan dos tipos de belenes muy antiguos como el Belén de Laguardia en Alava desde 1749 o el Belén de Tirisiti en Alcoy con más de un siglo.

BELÉN DE LAGUARDIA

Es un belén barroco en movimiento, los primeros documentos sobre el “Altar del Nacimiento” datan de 1749. La figuras del Belén, de estética rococó, son de madera policromada y carecen de resortes que los doten de movimiento, esto obligó a rehacer los brazos, en el caso más concreto, de María. Hace pensar que estas figuras se esculpieron para el referido Altar del Nacimiento que se colocaba en la iglesia de Santa María de mediados del siglo XVIII.

Según datos documentales, el “Altar del Nacimiento” fue, probablemente, ampliado en 1761 y es a partir de esta fecha cuando se incorporan a estas figuras resortes para el movimiento y bisagras que permiten su inclinación, adoptando una postura de adoración, haciendo posible de esta forma la teatralización de los principales pasajes de la infancia de Jesús.

BELÉN DE TIRISITI

Las representaciones de este Belén se celebran en la ciudad de Alcoy desde hace más de cien años, y son herederas de una larga tradición mediterránea de teatros de títeres, con una temática sobre elementos populares y religiosos. Este sustrato tan particular cuaja en el marco de la industrializada sociedad alcoyana de la mitad del siglo XIX. 

Respecto a la técnica, cabe destacar que los títeres son del tipo llamado “de pie y varilla”. Montados sobre varillas verticales, corren por el escenario por dentro de unas guías practicadas entre los diversos elementos escénicos. Los manipuladores, desde abajo y al abrigo de las miradas del público, imprimen los diversos movimientos y llegan a dotarlas de una notable agilidad.